sábado, 28 de marzo de 2009

Por fin llegó la hora.

145 días. Eso es lo que ha durado la pretemporada de F1 (la cuenta atrás empezaba una día después ed la carrera de Brasil). Ha sido una pretemporada larga para muchos de nosotros, conscientes del desarrollo de los nuevos monoplazas y que no veíamos la hora del arranque de la temporada. Pero aún así, cada vez teníamos más ganas de que esto empezase a rodar, cada vez estábamos más y más preparados para que todo en 2009 fuese perfecto, si sobresaltos, y poder ofrecer un año acorde con las espectativas de los fans.

Pero aunque éste haya sido un tiempo largo, echando la vista atrás nos damos cuenta de que tanto trabajo, tanta dedicación y tanto nerviosismo ha dado sus frutos, símplemente por el mero hecho de que por fin vamos a poder disfrutar de la F1 todos los que, de un modo u otro (espectadores, trabajadores en el ámbito del automovilismo, pilotos...) hemos trabajado duramente y con ahínco (y con mucho gusto, eso sí) para poder disfrutar un año más de nuestro deporte favorito; el que, para nosotros, es el mejor del mundo.

Y en unas horas empezamos. Todo, paradójicamente, de nada habrá servido porque lo que cuenta son los resultados obtenidos ahora, y los inventos, la aerodinámica, el desarrollo del Kers... Si sobre el papel un equipo es el mejor, pero cae por tierra en los entrenos, mal asunto...

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