lunes, 9 de marzo de 2009

Salón del Cómic de Granada ´09


Gran día el sábado 7, penúltimo y casi seguro más concurrido día del Salón del Cómic de Granada, edición 2009. Contaré la experiencia desde la visión del Frikibús, en el que me hallaba como pasajero.

La experiencia empezaba a las 7 de la mañana, había que arreglarse y salir para poder llegar a tiempo para coger el bus, cuya hora prevista de salida eran las 8:30... pero no llegó hasta las 9:05.
El viaje fue de lo más placentero, todos estaban a gusto hablando con sus amigos, y yo estaba con mis grandes amigos Cata y su novio, Germán, el cual conocí ese día. Al llegar a Granada estuvimos cerca de media hora grabando los árboles "autóctonos" del lugar, que bien podrían haber sido los del mítico pueblo de Silent Hill...
Llegamos a una buena hora, tan buena que aún no habían abierto las puertas del salón. No tuvimos que esperar cola, puesto que entré detrás de mis citados amigos, que entraron gracias a sendos pases Vip... De algo tendría que servirle a la pobre Cata tantos años de esfuerzo para traernos lo mejorcito del cómic a nuestra bella (pero aún atrasada en estos temas) ciudad.

Era bonito lo que nos encontramos al entrar: la misma organización que en el Salón de Andalucía, celebrado en el mismo sitio (Fermasa, localidad de Armilla), una gran explanada donde los costplayers podían exhibirse de una manera excepcional, y un buen pabellón central donde se agrupaban los stands de tiendas y asociaciones, así como los distintos talleres, videojuegos y demás. Hasta un puesto de ramen con gente apuntando a los comensales para la hora del almuerzo. Un auténtico punto, sí señor.

La tarde fue como se esperaba: sobre ruedas. En cuanto al tema de costplay, de lo más variopinto: cada vez se ven menos vestidos de Naruto (cosa de agradecer por algunos). Empieza a resurgir Sakura, posíblemente por que se esté levantando una fiebre gracias a Reservoir Chronicle o símplemente porque lo estén reponiendo por Canal 2 Andalucía... También se podía ver costplays de One Piece (tirando de fondo de armario), Comecocos, tan anhelados por los más mayores, o hasta un bote de leche, foto-trofeo que he colgado con mucho orgullo.

Y nada más. Me gusta decir que la música no hay que explicarla, sino escucharla. Pues eso mismo pasa en este mundo donde, por mucho que uno se líe horas y horas explicando la crónica de un salón, un evento, etcétera, de nada servirá si el que escucha nunca ha tenido la experiencia de vivirlo.
Próximo encuentro: Salón del Cómic de Sevilla. No asistiré, puesto que voy a Jeréz a ver entrenos de F1.

Lo dicho; sean buenos, y no se metan en líos. ¡Un saludo!


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