lunes, 31 de mayo de 2010

Buscando la felicidad.

Capítulo 7. Paquete.

Algunos creerán que un año es lo suficiente como para olvidar una relación. Y eso creía yo, hasta esa misma tarde. Por eso, la historia que ayer conté no es exactamente como la conocéis hasta ahora. El 28 de mayo de 2009 yo tenía planes, iba a tomarme algo con unos amigos, pero una hora antes de irme comencé a hablar por messenger con Sasha. De todo lo que podríamos haber hablado, de todo lo que me podría haber contado, todo lo que me podría dicho y todo lo que podría haberme hecho saber, escogió lo que, en ese momento, creí que era lo peor que podría decirme nunca.

Víctor: Ah, novio? Me alegro muchísimo, Sasha!! ^^
Sasha: Gracias! jeje. Pues sí. Estamos saliendo.
Víctor: Y qué, cómo va? Todo bien?
Sasha: Pues sí, es un chico muy bueno, me encanta. Lo pasamos muy bien.
Víctor: Me alegro muchísimo, Sasha, no sabes lo contento que estoy ^^
Sasha: Gracias, jeje.
Víctor: En serio, me alegro de que te vayan bien las cosas. ^^
Sasha: Que sí, que gracias.
Víctor: Estouy super contento ^^
Sasha: Víctor, estás bien?
Víctor: Sí, en serio. Es que me alegro tanto que...
Sasha: Víctor... por favor.
Víctor: Me está dando un ataque ^^
(silencio de un minuto)
Sasha: No tendría que haberte contado nada...
Víctor: No, si has hecho bien, de verdad.

No había hecho bien. Por lo menos no es lo que me parecía en ese momento.

Sasha: Ya ha pasado un tiempo... No deberías de estar bien ya?
Víctor: Debería... U.U
Sasha: Ains... Definitivamente no debería de habértelo dicho.
Víctor: Que no, mujer. Has hecho bien. Eres psicóloga, estarás de acuerdo conmigo en que los tratamientos de choque ayudan ^^
Sasha: Pues menos mal que no te he dicho que me caso...
Víctor: No lo hagas ^^
Sasha: Casarme?
Víctor: No, avisarme. Por lo menos, no de sopetón.
Sasha: Si quieres te lo digo en una fiesta...
Víctor: No me puedo creer que siga así... U.U
Sasha: Bueno... Tengo que irme.
Víctor: Y yo. Ya hablamos. Besos.
Sasha: Ok, un beso!

Esa tarde se me quitaron las ganas de todo. De salir, de comer, de dormir... Y el caso es que sabía que no era por el hecho de que Sasha estuviera saliendo con alguien, sino que no me podía creer que, incluso un año después, pasara lo que pasara, yo no dejase de estar pillado por ella.
Como si de una pequeña muerte se tratase, vi pasar mi vida por delante de mis ojos, pero sólo el tramo de 4 años en los que la conocí y empezamos a salir juntos. Los momentos de juegos, desde cuando hablábamos inglés hasta que le enseñaba español y ella a mí ruso. Las veces que salíamos, las veces que estábamos a solas, los paseos por la playa cogidos de la mano, los viajes... No se volverían a repetir. Y en ese momento, mientras estaba abatido y tumbado en la cama, mirando al techo y pensando que mi operación de alejarme de esos recuerdos se había ido al traste en tan sólo 20 minutos, fue cuando Tania me llamó proponiéndome ir con ella al concierto.
Y me devolvió la ilusión.

Entonces, llegó el día del concierto. Tania llegó del tren a eso de las 3 de la tarde, así que almorzamos en el centro. Después fuimos al auditorio donde se haría el concierto, y estuvimos guardando cola desde las 18:00... siendo el concierto a las 22:00.
Durante todo el tiempo que estuvimos guardando cola hubo tiempo para que yo realizase un par de intervenciones en chicas con ataques de ansiedad y golpes de calor, y para cambiar un par de veces de cola viendo que una iba más descargada de otra... para luego darnos cuenta que era justo lo contrario.
En definitiva, fue una noche maravillosa. Ella, disfrutando del concierto; yo, disfrutando de su compañía. Incluso hubo un tiempo para bailar juntos, muy pegados, pero...

-¿Que no la besaste? ¡Paquete!
-Isra, te he dicho mil veces que no vuelvas a llamarme eso.
-Pero es que lo eres, ¡paquete!
-¿Qué es eso de paquete? -dijo Ana.
-Fue en el campamento donde Víctor y yo nos conocimos. ¿Recuerdas que hace años él estaba por mi hermana? Pues una vez, de las que mi madre y ella venían a recogerme, mi hermana fue a despedirse de él...

"-Isra, nos vamos.
Voy!
-Bueno, Víctor, tengo que irme" -dijo mi hermana. Entonces a Víctor le entró el pánico de adolescente y fue cuando giró la cara.
-¡Mi madre me llamó!
-Vamos, giraste la cara. Si tu madre ni siquiera estaba allí.
-Estaba detrás tuya, listillo.
-Ya...
-Vamos los dos, dejad de pelearos.
-¡Paquete!
-¡Ana!
-¡¡Que ya vale!! -nos cortó Ana- De todas formas, Víctor, quizá debieras haberla besado.

Esa conversación siguió durante toda la noche, debatíamos acerca de si habían señales suficientes para haberla besado o por el contrario sólo quería ir a un concierto con un amigo que sabía que iba a estar disponible. Aunque llegué a comprender que ese era exactamente el fallo, hasta años después no recibí la respuesta por parte de la persona implicada: Tania me contó que incluso estaba esperando que la besase.

Por eso, chicos, si alguna vez tenéis la oportunidad de hacer algo como esto, no penséis que puede estar mal o ser una equivocación. Pensad que se puede convertir en un momento maravilloso y apasionado, y este tipo de momentos son de lo mejor que se puede experimentar.

1 comentario:

  1. Hola, bueno, me gustaría darte la enhorabuena por esta maravillosa historia de amor.

    Si fuera ficticia, me atraería, pero sabiendo que es real, me atrae aún más ya que yo soy una chica muy soñadora e imaginativa.

    Leeré cada capítulo hasta que termine, de eso no tengas ninguna duda, sigue así, porque he leido varios textos tuyos y son muy buenos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar